15.05.07. Por ignorancia, a base de prejuicios
En “La Gaceta de los Negocios del día 7 de mayo, apareció un artículo firmado por Carlos Alberto Montaner, titulado “El Fantasma de Guernica”, en el que tras unos razonamientos atinados pregunta:
¿Y por qué los vascos no piden perdón a los españoles por las tres devastadoras guerras carlistas del siglo XIX que retrasaron tenazmente la modernización del país?
A ello contesté con la siguiente carta al Director publicada el día 10 de mayo:
EL FANTASMA DE GUERNICA
Los responsables de las “tres devastadoras guerras carlistas” fueron los liberales que apoyaron la usurpación de un trono, que provocaron una persecución religiosa con matanzas de sacerdotes y frailes, que despojaron a la sociedad española (no sólo a la Iglesia) de sus bienes con el inmenso latrocinio de las desamortizaciones, que monopolizaron la enseñanza, de modo que la “Educación para la Ciudadanía” es su última consecuencia.
Los desmanes del ejército liberal en tierras vasconavarras fueron recordados pocos años después por Sabino de Arana para excitar el odio de sus seguidores contra España.
Entre 1833 y 1936 las guerras carlistas ocuparon doce años. ¿Qué progreso y desarrollo lograron los gobiernos liberales durante los 91 años restantes? Tres guerras carlistas y un pronunciamiento carlista frente a 17 pronunciamientos liberales.
A un despropósito como el de Ibarreche, exigiendo que España pida perdón por el bombardeo de Guernica, no se puede contestar con otro que exige a los vascos pedirlo por las guerras carlistas, que se desarrollaron también en Valencia y Cataluña. Y en el mismo ejército carlista del Norte formaban voluntarios de toda España: Seis batallones castellanos, uno asturiano y dos escuadrones cántabros en la tercera guerra. Un despropósito no se compensa con otro de signa contrario.
Carlos Ibáñez Quintana. Bilbao.
La Gaceta de los Negocios, del grupo Intereconomía, es hoy el periódico que presenta a la Iglesia con más respeto y verdad. Pero son liberales. ¿Cuándo se darán cuenta que en el liberalismo está la fuente de todos los males de España.