Carta abierta a D.ª Esperanza Aguirre
02.06.08. Muy Señora mía. Me he quedado de piedra al leer su discurso en el Foro ABC, cuando Vd. después de aplicar al régimen pasado unos calificativos que lo hacen abominable, proclama que fue “un régimen con el que el Partido Popular no tiene nada que ver”.
Aclaremos, de entrada, que lo que los socialistas entienden por franquismo, no es lo mismo que el franquismo. Recientemente el ayuntamiento de Sevilla ha decidido eliminar de su callejero los nombres franquistas. Han suprimido los de Manuel Fal Conde y Domingo Tejera, dos tradicionalistas perseguidos por el régimen de Franco, que sufrieron destierro y cárcel, en los tiempos en que Tovar y Laín Entralgo (que en la democracia encabezaron una lista de personalidades que pedían el voto para el PSOE) eran nombrados rectores de las dos universidades más importantes de España. En la familia de D. Manuel Fal Conde consideran lógico que el ayuntamiento republicano de Sevilla borre el nombre de su antecesor, que se cargó la República, aunque no fuera franquista.
De modo que los socialistas califican de franquista a todos los que en 1936 lucharon contra los rojos. Para ellos somos franquistas hasta quienes criticábamos a Franco durante su mandato, porque no daba a España una salida acorde con su tradición y preveíamos la caótica situación a que hemos llegado.
¿Cómo se atreve Vd. a decir que el PP no tiene nada que ver con aquel régimen, cuando el Sr. Fraga fue ministro del mismo? Respecto a lo que lo socialistas entienden por franquismo y en el que nos incluyen también a los carlistas, permítame que le recuerde algo.
El Partido Popular se ha alimentado en el País Vasco de tradicionalistas. Los ha captado con el cuento de una supuesta afinidad ideológica del tradicionalismo con el PP. Afinidad que no existe, pero que los agentes del PP la proclamaban. Sabemos de personas que se alejaban de nuestra organización y se integraban en la de Vds. con el argumento de que era la única manera de defender nuestros principios, aunque fuera parcialmente. Los de PP recorrieron los “txokos” de raíz tradicionalista de Vizcaya y Guipúzcoa buscando apoyos y afiliados. Todavía no hace muchos meses me llamaba por teléfono un amigo, miembro de la dirección del PP de San Sebastián, pidiéndome nombres de carlistas guipuzcoanos para preparar la campaña de las elecciones municipales. Le di buenas palabras. Como Presidente de la Diputación de Álava han tenido Vds. al nieto del que fuera Jefe del Requeté de Álava en julio de 1936.
¡Doña Esperanza!, ¡deje de bailar el “cha-cha-cha” y hable en serio! Ya sabemos que la política liberal consiste en mentir, pero al menos que no se les pueda “pillar” con tanta facilidad.
El problema estriba en que Vds. no tienen valor para enfrentarse con el PSOE y cantarles las verdades del barquero. La reforma política se hizo sobre la base del “borrón y cuenta nueva”. Los herederos del franquismo lo aceptaron y lo han cumplido. Los herederos de los rojos fingieron cumplirlo. Yo le puedo dar nombres de antiguos tradicionalistas que han llegado a ocupar importantes cargos en el PSOE; partido en el que ingresaron porque “aquello de 1936” había que olvidarlo. En ese sentido, ningún partido, ni de derecha ni de izquierda, tenía que ver con lo anterior, con la división de España y el consiguiente enfrentamiento bélico, que debían ser superados. Pero la política del PSOE, dirigido por Rodríguez Zapatero, incurre en el esperpento de pretender, a través de no sabemos qué túnel del tiempo, a 1936. Ellos se ponen, aunque sea sobre el papel, en uno de los bandos y Vds. no se atreven a ponerse en el otro para defender la memoria de sus padres, abuelos y tíos.
Hace algún tiempo nos preguntó una dirigente socialista de Guipúzcoa:” ¿Por qué os fuisteis los carlistas con Franco?” “Porque os dedicasteis a matar curas y quemar iglesias” le contestamos. “Es verdad – admitió- y mi abuelo protestó por ello”.
El franquismo fue la salida de la guerra. Y la guerra la hicieron inevitable los que se dicen defensores de la República. Y si, como dice Vd., “el franquismo abominaba la libertad” bajo él disfrutamos de libertades que nos negaba la República. Personalmente pude cursar mi bachillerato en el “Colegio de Santa María” en el mismo centro que con el nombre obligado de “Academia Minerva”lo había cursado mi hermano mayor Y eso hay que decirlo pero Vds. no se atreven. Y salen a la cancha a perder, dando a sus adversarios la ventaja de presentarse como los defensores de la libertad y el progreso, cuando en realidad son, y la historia lo demuestra, sus mayores enemigos.
El PP, sin una base doctrinal que satisfaga a gran parte de sus votantes, tiene que terminar desapareciendo. Para España ello no será un mal. Lo que nos duele, y mucho, es la muerte de varios tradicionalistas asesinados por ETA mientras ostentaban cargos en el PP. Muerte estéril de quienes no dudaron en poner en peligro su vida por “Dios, la Patria y el Rey” y luego Vds. dicen que murieron por la Libertad (con mayúscula). Algo que se viene proclamando en España desde hace dos siglos y que no ha servido más que para encubrir tiranía y latrocinios.
Zortzigarrentzale