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En el Círculo Carlista Tradicionalista Virgen de los Reyes, en Sevilla asistimos a la disertación de la doctora en Historia del Arte María Fidalgo Casares.

Hace unos meses, la ponente dio una de las conferencias más punteras de la temporada: “La pintura carlista en la obra de Augusto Ferrer Dalmau” de quién es la máxima especialista y autora de su monografía. El público quedó gratamente impresionado del rigor, la erudición y la pasión con la que tan extraordinariamente explicó como la esencia del pintor estaba completamente imbuída en el espíritu tradicionalista y consideró que era el pintor de esta temática más importante de todos los tiempos y el máximo difusor de su Historia.

Murillo, un hombre piadoso y el que mejor transmitió el espíritu cristiano

Esta vez, la conferencia, aunque ligada al arte, fue completamente diferente. Fidalgo en clave irónica- sarcástica, a la vez que doliente, hizo un brillante análisis socio- periodístico sobre los nuevos enfoques y actividades en torno la figura de Murillo que están apareciendo a raíz de la conmemoración del Año Murillo. Unos enfoques, según la doctora en Historia, completamente opuestos a la auténtica personalidad del artista y de su espíritu cristiano.

Fidalgo, hizo una semblanza de las características técnicas artísticas y estilisticas del pintor e incidió en su genialidad como creador de arquetipos, de la pintura de género y sobre todo afirmó categóricamente que fue el artista que mejor y de forma más cercana transmitió el espíritu religioso y la santidad al público de su tiempo. Asimismo también demostró el poder estético de Murillo de conmover a un público de masas en la época contemporánea.

El carácter de Murillo hombre piadoso sensible y con esa capacidad de transmitir lo religioso, nunca superada por ningún otro artista, parece que no encaja con las tendencias actuales y hay un interés más o menos torticero por algunos investigadores en tergiversar no solo su calidad moral sino incluso relativizar la importancia de su genialidad. Tanto esta minusvaloración, como una serie de actividades relacionadas con el Año Murillo que poco o nada tienen que ver con el artista, irían en la línea de la cacareada normalización del colectivo LG TB tal y como fue demostrando con recortes de prensa, y referencias de testimonios reales de muchos de los que giran en torno a la conmemoración.

Por otro lado, elogió las maravillosas exposiciones que se están realizando en la ciudad aunque se lamentó que el máximo experto mundial Enrique Valdivieso estuviera relegado de las actividades de primera fila, siendo la máxima autoridad reconocida por todos los expertos del mundo, en aras de personajes más mediáticos que parecen buscar el protagonismo “ desmontando a Murillo.

Fue una conferencia que fue ilustrando con imágenes en todo momento que provocaron desde la hilaridad al la indignación. Una de las nuevas facetas “ocultas” que sorprendió más fue la calificación de “Murillo agente del franquismo” y dado que la conferencia se impartía en el Círculo Tradicionalista, uno de los textos que leyó la doctora fue relacionado con qué “los carlistas son los responsables de la utilización franquista de Murillo ya que ellos lo habían hecho en el primer centenario” Algo que fue publicado en algunos medios.

La Conferencia tuvo mucha aceptación y la ponente fue muy felicitada por los presentes. El Círculo ha emplazado a la Doctora a una nueva intervención el año próximo.