Rosario reparador en Madrid

Spread the love
image_print¡Imprime esta sección!

Cruz de Borgoña junto con otras asociaciones civiles convocaron al rezo del Santo Rosario este pasado domingo en desagravio por la obra blasfema y pornográfica, cuyo estreno ha sido promocionado por la alcaldesa de Madrid, titulada “Dios tiene vagina”, en la que los actores, totalmente desnudos, representan pseudoprocesiones de Semana Santa haciendo burla y escarnio de las mismas. A pesar del carácter urgente de la convocatoria que se preparó en escasamente dos días, la concentración, que tuvo lugar frente a la entrada del teatro Matadero donde se representaba la función, fue un éxito como ponen de manifiesto las imágenes.

A la finalización del acto se leyó la siguiente oración en reparación por las blasfemias compuesta por S.S. Pío XII.

¡Oh, Augustísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que aun siendo infinitamente feliz en Ti y por Ti por toda la eternidad, te dignas aceptar benignamente el homenaje que de toda la Creación se alza hasta tu trono excelso!

Entorna tus ojos, te rogamos, y cierra tus oídos divinos ante aquellos desventurados que, o cegados por la pasión o arrastrados por un impulso diabólico, blasfeman inicuamente contra tu nombre y los de la Purísima Virgen María y los santos.

Detén, ¡oh, Señor!, el brazo de tu justicia, que podría reducir a la nada a quienes se atreven a hacerse reos de tanta impiedad.

Acepta el himno de gloria que incesantemente se eleva desde toda la naturaleza: desde al agua de la fuente que corre limpia y silenciosa, hasta los astros que brillan y recorren una órbita inmensa, en lo alto de los cielos, movidos por tu Amor.

Acepta en reparación el coro de alabanzas que, como el incienso ante el altar, surge de tantas almas santas que caminan, sin desviarse jamás, por los senderos de tu ley, y con asiduas obras de caridad y penitencia intentan aplacar tu justicia ofendida.

Escucha el canto de tantos espíritus elegidos que consagran su vida a celebrar tu gloria, y la alabanza perenne que a todas horas y en todo lugar te ofrece la Iglesia.

Y haz que un día, convertidos a Ti los corazones blasfemos, todas las lenguas y todos los labios entonen concordes en este tierra aquel canto que resuena sin cesar en los coros de los ángeles: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los Ejércitos. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Amen.