Madrid, 28 de junio: convocatoria de acto cívico contra el Black Lives Matter

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El próximo 28 de junio, domingo, la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC) hace una convocatoria pública, en Madrid, en defensa de la Civilización Católica frente al enésimo operativo del Nuevo Orden Mundial (NOM) bajo la campaña del Black Lives Matter.

El acto cívico, en el que se denunciarán las operaciones revolucionarias en cuestión y se reivindicará la integridad de la Hispanidad Católica, tendrá lugar a las 12 de la mañana en los Jardines del Descubrimiento de la Plaza de Colón de Madrid.

 

POR LA CIVILIZACIÓN DE LA HISPANIDAD CATÓLICA

CONTRA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

NO AL «BLACK LIVES MATTER»

 

Somos nosotros, los ciudadanos de bien, los que no podemos respirar ante la asfixiante presión de las constantes campañas de engaño masivo que nos impone el Nuevo Orden Mundial.

Somos nosotros, los ciudadanos de bien, los que no podemos respirar ante la asfixiante presión de los poderes públicos, que yendo más allá de sus legítimas competencias, limitan nuestra justa libertad, y nos imponen condiciones de vida contrarias a la dignidad humana, criatura de Dios creada para ser libre.

Somos nosotros, los ciudadanos de bien, los que no podemos respirar ante la cobarde actitud de multitud de jerarquías, potestades y elevadas instancias sociales y políticas que conscientes de los excesos cometidos desde el poder económico, político y mediático guardan silencio si no colaboran con ellos como «tontos útiles».

Y es que nuevamente asistimos al engaño de las masas por medio de una campaña política y mediática promovida por las fuerzas subversivas de siempre, las que se esconden tras la bandera de los enemigos de Cristo. En esta ocasión la disculpa es el fallecimiento en Minneapolis, el 30 de mayo pasado, mientras era detenido, de George Floyd. Y hablamos de disculpa porque los activistas del «Black Lives Matter» ni son antirracistas, ni buscan la justicia y ni aman la libertad. Son servidores, en su mayoría ignorantes de ello, de un Nuevo Orden Mundial anticristiano, y por anticristiano antihumano.

El carlismo, desde luego, se entristece por cualquier hecho luctuoso, y más la muerte de una persona, fuera cual fuera su condición, raza o sexo y desde luego pide por el eterno descanso de su alma. Pero lo que no haremos nunca es juzgar y condenar públicamente a nadie, violando su derecho a la presunción de inocencia; ni juzgaremos un acto solo por la transmisión de una grabación parcial que no aporta el contexto previo al hecho retransmitido. Y, finalmente, no haremos nunca de un acto puntual una causa general, si bien nos felicitaremos, si se demuestra la culpabilidad del agente policial que practicó la detención, de su condena.

En cualquier caso, es evidente, y como tal lo proclamamos, que las intenciones de  «Black Lives Matter» promoviendo manifestaciones por la muerte de George Floyd son otras muy diferentes a las que dicen manifestar, pues sus adictos solo buscan, juzgando y condenando una detención que aún no ha sido juzgada ni condenada por un tribunal, el desgaste del gobierno republicano de Trump, que por otra parte ninguna relación tiene con la detención de George Floyd, detenido en una ciudad gobernada desde hace años por los demócratas, y situada en un Estado gobernado desde hace años igualmente por los demócratas. No obstante, a nosotros no nos corresponde valorar la política norteamericana, de la que somos totalmente ajenos.

Sin embargo, sí nos corresponde condenar al movimiento «Black Lives Matter», que desde 2013 se ha ido extendiendo por todo el mundo, habiendo llegado a España. Y nos corresponde igualmente denunciar sus móviles, que no son otros que acabar con cualquier resto de la civilización cristiana, y más concretamente católica, lo que nos afecta directamente por cuanto España ha sido la nación misionera por antonomasia, de forma tal que nunca tantos pueblos debieron a una sola nación su fe en la religión verdadera.

Y precisamente por este carácter singular de España, en las últimas semanas se ha extendido en Estados Unidos, y ha sido recibido en España con aplauso por los desaprensivos de siempre, la compulsión iconoclasta contra todas las efigies referentes a la historia de España. Así en Estados Unidos se han vandalizado las estatuas de Colón, y las de los misioneros que evangelizaron aquellas tierras, y las de los descubridores y colonizadores… y hasta la de Cervantes. Y el motivo de ello no es directamente el ataque a España, si principalmente el ataque a la Fe católica que España plantó en aquellas tierras.

Con todo, lo más sangrante es que aquí, en España, no ha dejado de haber voces en alcaldías e instituciones oficiales que han solicitado la retirada de determinadas estatuas (reflejo de nuestra gloriosa historia como nación católica) del espacio público.

Por eso hoy salimos a defender nuestra Fe, nuestra dignidad y la historia de nuestra Hispanidad. Y salimos a proclamar que solo la Civilización Católica es la garantía de la justicia, la paz y la libertad, Civilización que se encarnó de forma genuina en las naciones que conforman la Hispanidad. Solo la civilización cristiana en la historia entera entendió que en Cristo «ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer», pues todos somos «uno en Cristo Jesús» [Gálatas 3, 28].

Y salimos para animar a los Españoles a inscribirse en las filas de la Comunión Tradicionalista Carlista, que es hoy la única fuerza que combate en todos los campos al Nuevo Orden Mundial. Hay otras fuerzas que lo combaten solo parcialmente, pues no fundamentan su acción en Cristo, y por tanto, no podrán alcanzar la victoria, pues en una guerra total como la que hay planteada, solo es capaz de ganar quien realiza una defensa total. Y hoy por hoy en ese baluarte defensivo solo se encuentra la Comunión Tradicionalista Carlista.