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TEXTO DEL DISCURSO.

Qué aporta el Carlismo a España, a toda la Hispanidad, aquí y ahora: 

– Por supuesto que nos dirigimos en primer lugar a los carlistas, a los católicos, a ese pueblo leal a la España tradicional que nunca claudicará. Pero no nos dirigimos sólo a los convencidos sino también a todos los españoles, a los hispanistas, a los “católicos ateos”, a los amantes de la libertad, a los padres asustados…

– Y les decimos que NO TENGÁIS MIEDO, que España es mucha España y que de cosas peores hemos salido. No es la primera vez que estamos gobernados por traidores, vendepatrias y paniaguados.

– La solución no vendrá de más partidos. No vendrá del miedo. No vendrá de la unión de los viejos progres amedrentados tipo Jiménez Losantos con los jóvenes miedosos que se aferran a lo que sea con tal de quedarse tranquilos buscando su rinconcito conservador, a la sombra del amigo yanqui, por ejemplo.

– Decía Valle Inclán que habría que declarar al Carlismo monumento nacional, y estas palabras se han malintepretado porque no se trata solamente de la belleza estética de un movimiento noble, de caballeros, de damas, de familias nobles que sirven a ideales limpios. Hay mucho más. El Carlismo ha de ser conocido y querido, pero no para ser enclaustrado en un museo sino para ser útil, para servir, para desgastarse todo lo que sea necesario. Y si el Carlismo se desgasta haciendo lo que debe hacer bienvenido sea ese desgaste. Porque, entendedme,  a nosotros no nos importa lo que le pase al carlismo. A nosotros nos importa lo que le pase a España.

– Moral de victoria. No existe ningún movimiento en teoría más derrotado que el carlismo. Pudimos ser vendidos, pero nunca fuimos vencidos. Nosotros somos inasequibles al desaliento porque nuestra medida del triunfo no es ni el carguito propio, ni la creación de un chiringuito, ni andar pisando moqueta. Nosotros triunfaremos cada vez que triunfen nuestros Ideales que están muy por encima de nuestras ocurrencias.

– Unión con las raíces auténticas de España. Podremos tener a España perdida, sin rumbo, amnésica, sin su identidad católica, pero mientras exista un carlista vivo habrá una muestra de ADN de la auténtica España, de la genuina, de la de siempre. El Carlismo es el movimiento que nos conecta a los españoles del siglo XXI con nuestras raíces, con la España de nuestros clásicos, con Quevedo, Cervantes, Velázquez, Garcilaso, Cabeza de Vaca, Elcano, Cortés, Pizarro…

– Visión de conjunto. España es tierra de guerrilleros y cada vez hay más, y eso es bueno, eso es que estamos vivos, que empieza la reacción. Pero necesitamos una visión de conjunto y esa sólamente la puede dar plenamente el Carlismo. Hay guerrilleros provida, profamilia, contra la corrupción, contra los ocupas, contra los socialistas, contra los separatistas, en defensa de nuestras tradiciones locales, en defensa de los toros, contra la leyenda negra, hay patriotas que no saben bien por qué son patriotas, y gente que añora una monarquía tradicional pero que no sabe argumentarlo… Para dar sentido a todas esas luchas, para encajar las piezas está el Carlismo.

– El Carlismo aporta una épica, una ética, una estética genuínamente española. No necesitamos ni anglicismos, ni copiar los estilos caducos del fascismo europeista racista, ni copiar el chauvinismo afrancesado. Somos españoles, ni mejores ni peores que otros, pero somos lo que somos y no tenemos que copiar a nadie. Ya no queremos seguir siendo una colonia. La guerra de la independencia, señores, todavía no ha terminado.

– Por principio no vamos a perder el tiempo en criticar otras iniciativas, otras guerrillas, otras formas de afrontar los gravísimos problemas que nos aquejan. Unos optarán por la propaganda, otros por la vía jurídica, o incluso algunos intentarán dar alguna batalla electoral. Muy bien todo. Animo con todo. Pero ojo con la anarquía. Ojo con eso de que “el pueblo salva al pueblo”. Hasta cierto punto no es mala base empezar por ahí, por sacudirse el yugo de los tiranos de los partidos, pero ojo, cuando nosotros gritamos abajo el mal gobierno es porque queremos que haya uno bueno (que venga el rey de España a la corte de Madrid).

– Nosotros queremos y vamos a trabajar no por la anarquía, no por un sálvese quien pueda sino para que un día sea posible que haya un gobierno que mire por el bien común de todos los españoles, un gobierno limitado, legítimo, sin ideologías, que tenga esa visión de conjunto y ese ideal de servicio que es el que profetizó nuestro Señor para la Cristiandad: no será así entre vosotros, el primero que sea vuestro servidor. Animaremos a trabajar desde abajo, pero para ir subiendo.

– Para ser eficaces en este servicio en todos estos servicios, lógicamente, tenemos que hacer un llamamiento a la acción. No somos un partido. Pero sí somos una organización. No somos ingenuos. Las cosas no se hacen solas. Hay que trabajar, hay que luchar. En la Comunión tenemos Junta de Gobierno, Juntas regionales, círculos, instituciones para la formación como CB, Fundación Solera, El foro Alfonso Carlos, el Aula tradicionalista, Tenemos medios como Ahorainformación, boletines, redes sociales, canales de vídeo, tenemos un bazar, grupos de propaganda, la liga tradicionalista, el socorro blanco, el premio hispanidad capitán Etayo… Cada uno que elija su puesto.

– En nuestra Comunión ofrecemos militancia, trabajo, compromiso. Nada de folclore, nada de nostalgias, nada de “carlistismo”, nada de purismos o sueños de doctrinas inmaculadas. Que cada cual elija aquel puesto en el que mejor pueda servir. Porque para eso estamos, para servir.

Javier Garisoain, Presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista

23 de noviembre de 2024 d.C.