Nota de prensa: Ante la profunda crisis de la medicina y las profesiones sanitarias

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Ante la profunda crisis de la medicina y las profesiones sanitarias

(22/01/2025. Nota de prensa)  – La degradación moral que azota a toda España tiene uno de sus focos más graves en la decadencia de las profesiones sanitarias. El olvido de los tradicionales códigos deontológicos de médicos o farmacéuticos, una cierta crisis vocacional, unas políticas de cupos desordenadas, la sumisión de la salud a criterios economicistas y, en general, el desprestigio de la profesión, han posibilitado la entrada en el seno de las instituciones sanitarias de personas ideologizadas y sin escrúpulos que obedecen la voz de los poderes políticos o económicos antes que el bien de sus pacientes o la rectitud ética de su profesión.

Recientemente, el Congreso de los Estados Unidos, en un informe crítico sobre la gestión de la última “pandemia” ha puesto de manifiesto los errores y abusos cometidos por los gobernantes que convirtieron a muchos, y a los médicos especialmente, en cómplices de una política engañosa e inmoral. Esta revisión crítica no ha tenido paralelo en la política española.

La constatación de dichos abusos y falta de transparencia en las medidas arbitrarias de aislamiento o distanciamiento social decretadas, en la imposición de la mascarilla u otras, en la ocultación de los efectos secundarios de las vacunas, que marginaron y persiguieron a las voces discrepantes acallando cualquier debate, y que se llevaron a cabo a menudo sin la menor justificación científica, son aspectos que se suman a la ya larga crisis de los Colegios profesionales, cada vez más vacíos de competencias, al mencionado arrinconamiento de los códigos deontológicos, o al recurso erróneo a la llamada objeción de conciencia.

Para recuperar la confianza entre médicos y pacientes, la dignidad de la medicina y, en general, de las profesiones del campo de la salud, los carlistas apostamos por:

– Rehabilitar los códigos deontológicos de forma que no tengan cabida en la profesión médica o farmacéutica quienes no se comprometan a defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.

– Derogar cualquier legislación que posibilite el ejercicio de prácticas inaceptables como el aborto provocado, la ejecución de agonizantes, la mutilación genital, los vientres de alquiler o la manipulación de embriones.

– Defender en la formación y el ejercicio de las profesiones sanitarias una cosmovisión fiel a la fe católica y, concretamente, favorecer la presencia de capellanías hospitalarias o de cualquier otro elemento favorable a la dignidad del enfermo.

– Eliminar el triste recurso a la objeción de conciencia, pues no son los buenos profesionales quienes han de pedir perdón por actuar de forma ética sino que, por el contrario, es la profesión médica en su conjunto la que debe defender su buen nombre impidiendo la titulación de inmorales en su seno.

– Volver a poner en un lugar central de las políticas sanitarias a los Colegios Profesionales, que en su estado actual son meros cómplices de las mayorías parlamentarias.

Comisión Permanente de la Junta de Gobierno de la Comunión Tradicionalista Carlista