Andalucía, ¿comunidad nacional?

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27.04.06. En un diario de Bilbao opinaba el pasado domingo 23 de abril uno de sus habituales colaboradores que allí donde no hay problemas de nacionalidades es mejor no suscitarlos. El periodista y yo nos conocemos desde niños. Pertenece a una familia muy nacionalista. Ha ocupado cargos en el gobierno de Vitoria. Es inteligente y está de vuelta de muchas cosas.

Se habla estos días en la prensa de que Andalucía se prepara a modificar su estatuto de autonomía. Los socialistas ya han redactado algunos artículos en los que han definido a la región como una “comunidad nacional”. En contra de lo que opina mi amigo periodista, ya están suscitando problemas nacionales donde nunca han existido y donde nunca podríamos pensar que existieran.

Celebra la Iglesia hoy, 26 de abril, la festividad de San Isidoro. En el himno de laudes se le canta como “Padre de España”. San Isidoro, arzobispo de Sevilla, está enterrado y es venerado desde el siglo XI en León.

Precisamente son estos los días de la famosa feria de Sevilla. Se celebró por primera vez siendo Alcalde de la Ciudad un vizcaíno apellidado Ibarra. De la misma familia que exhibe su “Y” en afamados productos oleícolas y ha dejado su apellido en otro tipo de empresas con sede en la capital andaluza.

Mi amigo Domingo Fal Conde gusta recordar que fueron naves vizcaínas, mandadas por el almirante Bonifaz, las que rompieron el puente de barcas sobre el Guadalquivir y permitieron la rendición de Sevilla.

El sacerdote guipuzcoano Francisco Garmendia ha sacado a la luz la historia de muchos vascos que se guarda en el Archivo de Indias.

Los diccionarios heráldicos nos hablan de multitud de blasones de hidalgos vascos que ostentan la Cruz de San Andrés ganada en la toma de Baza, en la festividad de dicho Santo. A luchar contra los moros de Granada enviaron los Reyes Católicos a luchar a los revoltosos parientes mayores vascos que tenían nuestras provincias divididas entre oñacinos y gamboínos.

Esos y otros muchos vínculos que llenarían las páginas de un voluminoso libro, nos dicen que Andalucía no se entiende sin España y que a España le faltaría algo sin Andalucía.

¿Qué es una nación? Lo repetimos una vez más: el término más difuso del derecho Político. El ídolo con que la Revolución Francesa pretendió sustituir a la Religión como elemento de cohesión de los pueblos. El mito por el que Europa se ha desangrado en crueles guerras durante los siglos XIX y XX. Algo que divide y siembra odios, que hoy todos estamos de acuerdo en que debe ser superado, aunque no sepamos cómo.

Y a éstas alturas nos vienen con lo de aplicar a Andalucía la calificación de “realidad nacional”. Y es que los socialistas, mejor dicho quienes hoy gobiernan el PSOE, están empeñados en deshacer España. Sobre España pesa la sentencia masónica de que debe ser destruida y los “Hijos de la Viuda” recurren a toda clase de medios para lograrlo. Porque no es Zapatero el que cede ante Carod Rovira y Otegi, sino que les sigue la corriente porque sus fines son los mismos. Aunque sea recurriendo a un concepto universalmente superado.

Zortzigarrentzale.