Ante las declaraciones del concejal Soto sobre la iglesia dedicada en memoria de los mártires por la fe.

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12.07.07. En el día de hoy el diario El País se hace eco de unas declaraciones vertidas al mismo ayer por el concejal socialista del ayuntamiento de Valencia, Juan Soto, en las que afirma que el templo que el arzobispado de Valencia está construyendo en una de las antiguas naves de la fábrica Cross, para dedicarla a los mártires por la fe entre 1936 y 1939, es muestra de una “actitud poco conciliadora de uno de los últimos bastiones del nacionalcatolicismo”. Afirma que la Iglesia “ignora a las víctimas del otro lado”, y que el arzobispo monseñor García Gasco “tiene una interpretación selectiva, sectaria y de doble rasero, que honra la memoria de uno de los bandos y silencia la del otro”
 
La Comunión Tradicionalista Carlista del Reino de Valencia manifiesta públicamente:

1) Que el templo no está dedicado a “las víctimas de un bando”, sino exclusivamente a los mártires, es decir, a aquellas personas asesinadas por odio a la fe católica, que murieron sin renegar de su fe y perdonando a sus asesinos, como consta en el acta de beatificación de los 228 valencianos que ahora se honran, el 11 de marzo de 2001.

2) Que su sacrificio, hecho por amor y sufrido por odio, redime a todos los españoles, de un lado y de otro, del pecado cometido al alzar su mano contra un semejante, y que es expresión viva de altísimas virtudes cristianas, mereciendo con toda justicia que se les honre como merecen en la dedicación de un templo, en el que compartirán espacio con san Vicente, primer mártir por la fe en nuestra ciudad y patrón de Valencia.

3) Que si los mártires por Jesucristo lo son únicamente “de un bando”, en palabras del señor Soto, esto es exclusivamente porque fueron los milicianos de un solo bando los que asesinaron a personas inocentes por ser religiosos, sacerdotes o seglares católicos. Sin cargo penal alguno fueron arrestados, torturados y ejecutados, tras juicios sumarísimos o sin juicio algunos, lejos de los frentes de guerra. Víctimas del odio a la fe, dieron su vida por amor a Cristo. Reflexione el señor Soto sobre la sublime enseñanza de los mártires por la fe, sobre quién está mostrando una actitud conciliadora, y sobre el bando al que pertenecía su partido cuando ocurrieron estos hechos.

4) Que la Iglesia católica, y los carlistas como fieles hijos de ella, siguiendo la misma petición de los asesinados, ha perdonado el crimen sobre ellos cometido. Mas los tradicionalistas defenderemos con la mayor de las firmezas la justicia de honrarlos como se merecen y rechazaremos los intentos de politizar lo que es un acto de devoción religiosa hacia los mártires de Cristo, preñados, en este caso, “de sectarismo y de doble rasero”
 
Junta Regional de la Comunión Tradicionalista Carlista del Reino de Valencia

En Valencia, a 12 de julio de 2007, festividad de santa Filomena, mártir por la fe ante el emperador romano Diocleciano.