La CTC se pronuncia ante la legalización de ANV y la errática política antiterrorista del Estado
22.05.07. Afirman que la Ley debería no sólo considerar ilegítimos los medios de que se sirve ANV, sino también sus fines declarados.
Ante el desmoronamiento, tanto moral como legal, que sufre hoy el pueblo español en todo lo referente al terrorismo, la Comunión Tradicionalista Carlista quiere, en primer lugar, expresar su apoyo incondicional a las víctimas de la banda terrorista ETA.
La Comunión Tradicionalista Carlista quiere, además, denunciar la política errática que el Estado liberal ha seguido en la llamada “lucha contra el terrorismo”. Cuando ahora desde el Gobierno central se habla de “negociar” para alcanzar la paz, se debería recordar que los terroristas ya tuvieron una oportunidad de dejar las armas con la Amnistía declarada en el año 1977. En ese momento ya se excarceló a numerosos presos con delitos de sangre, sin tener en cuenta el sentir de sus víctimas.
En las décadas sucesivas el Estado y la banda terrorista llevaron a cabo en numerosas ocasiones negociaciones sin frutos aparentes. Durante ese tiempo, fue especialmente sangrante para la sociedad española que los terroristas estuvieran representados políticamente en las instituciones públicas por Herri Batasuna sin que los partidos del sistema hicieran ademán de impedirlo. El entorno político de ETA facilitó el reclutamiento de jóvenes en las filas etarras, la financiación de su actividad a través de las subvenciones recibidas como partido con representación autonómica y municipal, así como el sello de legitimidad que el Estado concede a cualquier idea sin considerar sus fines ni contenido doctrinal.
En el año 2002, sin dejar de respetar las pretensiones separatistas y marxistas de ETA, el Estado, a través de una iniciativa parlamentaria y la acción de los Tribunales declaraba que los medios terroristas hacían ilegítima la formación política que la representaba en los municipios y en las cámaras vascongada y Navarra. Hoy, sin embargo, el mismo Estado ha decidido devolverle la legalidad al entorno etarra a través del partido Acción Nacionalista Vasca (ANV), mostrándonos claramente la cruda realidad de un sistema político que basa toda legitimidad en la llamada soberanía popular. Según el partido que gobierne y según el parecer del momento de ese partido, España se ve humillada al ver las cábalas legales que hay que llevar a cabo para legalizar o ilegalizar a quienes quieren destruir la unidad patria asesinando y extorsionando. Si bien los métodos terroristas son de por sí motivo para ilegalizar su representación pública, sus fines también deberían ser motivo para que cualquier formación política que los defendiera no contara con la legitimidad del Estado.
Por último, y una vez más, la Comunión Tradicionalista Carlista quiere recordar que la organización política y natural de España se construye sobre los Fueros, los cuales no se reducen a los derechos históricos de las diferentes regiones españolas, sino a las instituciones que permitían que la persona se insertara en la sociedad y la política de manera activa, y no de forma anodina y “pasiva”, como ocurre hoy. La pérdida de la foralidad ha separado cada vez más a la sociedad de sus representantes políticos, de manera que la unidad de la Patria ya no radica en el pueblo español, sino en las decisiones legales y arbitrarias del Estado, eso sí, siempre invocando la “soberanía popular”. Las consecuencias de esta adulteración se han hecho notar en toda España desde que se desmoronó y combatió la Monarquía Tradicional, pero han sido especialmente graves en aquellas regiones que contaban con una especial tradición foral. Así, la actual “Euskadi”, en nada se asemeja políticamente a las Provincias Vascongadas, y sí, en cambio, al modelo centralista jacobino que tanto mal ha hecho a la sociedad española.
La Comunión Tradicionalista Carlista recuerda lo que ya expresó el 20 de septiembre de 1998 en su documento Ante la “tregua” de ETA: el terrorismo no desaparecerá en el sistema actual ni con la constitución vigente.