Los piratas de Somalia
21.05.08. Sabino de Arana imaginó un episodio, lo plasmó en el papel y lo dio a la imprenta.
Un inmigrante procedente del resto de España se había caído a la Ría de Bilbao. No sabía nadar y pedía auxilio. Un vasco que ignoraba el castellano le grita: “Nik ez dakit erderaz!” (yo no sé castellano) y le deja ahogarse.
Un episodio paralelo es el ocurrido en las costas e Somalia con un pesquero matriculado en Bermeo y unos piratas. Incumpliendo las leyes marítimas, el pesquero llevaba en la popa una “ikurriña”, en vez de la reglamentaria bandera nacional. Pidió ayuda al Gobierno de España. De todos es conocido cómo se prestó esta ayuda.
Llevando las cosas al extremo que imaginaba la calenturienta mente de Sabino de Arana, el comandante de la Méndez Núñez, tenía que haberle dicho: “No reconozco esa bandera; no tengo ninguna obligación de ampararte”. Pero se impuso el sentido común y se salvaron varias vidas humanas. No abundan tanto las personas que se dejan llevar por los monstruos de su razón a los extremos que escribía Sabino de Arana.
Como no estamos de acuerdo con el alarde del armador del barco y, a pesar del mismo y de otros similares, afirmamos que los vascos somos españoles, creemos que, como españoles, obraron correctamente quienes pasaron por alto el que en él ondease la “ikurriña” y auxiliaron al barco y a sus tripulantes españoles. Pero el caso no puede quedar así. Si el armador es merecedor de una sanción, nosotros no vamos a pedirla. Pero lo menos que debe de hacer el Gobierno es amonestar a los armadores que abanderan sus barcos antirreglamentariamente y advertirles que si no ostentan el pabellón español, ningún derecho tienen a ser protegidos por nuestra armada. Y eso que se haga público.
¡Ya está bien de alardes de antiespañolismo y desdecirse cuando se ven en apuros! No se puede admitir eso de “tío pásame el río” a quienes no pierden ocasión de renegar de ser sus sobrinos.
C.I.Q.