Centenario de la muerte de SMC D. Carlos VII. La Comunión Tradicionalista en Venecia y Trieste
20.07.09. En el Centenario de la muerte de SMC D. Carlos VII, la Comunión Tradicionalista estuvo presente en Venecia y Trieste dentro del programa de actos durante este año con motivo de dicho acontecimiento, para honrar la memoria del Rey y la de los leales que permanecieron en la Corte triestina con su abuelo D. Carlos V y que se hallan enterrados en el Cementerio de Santa Ana de dicha localidad.
Principiaron los actos programados el 16 de julio, con una Misa privada en la Catedral de San Marcos de Venecia durante la tarde, donde los carlistas tuvieron muy presente a D. Carlos VII y todos los que se vieron arrojados del suelo patrio. Terminada la Misa, los carlistas disfrutaron de momentos de paseo por la ciudad de los canales, y algunos acudieron a fotografiarse frente al Palacio de Loredán, al otro lado del canal que cruza el puente de La Academia, evocando el famoso retrato en el que Don Carlos se inmortalizara junto a su esposa y su hijo Don Jaime.
Recepción oficial en el Ayuntamiento de Venecia y visita a Loredán
El 17 de julio, los carlistas tuvieron una recepción oficial del Presidente del Consejo Comunal de Venecia, D. Renato Boraso, que mostró a la delegación carlista la planta noble de la sede del Ayuntamiento de la localidad, en Ca’ Farsetti y Ca’ Loredan (diferente del palacio donde vivió D. Carlos VII), les relató la historia del lugar y trató con ellos de otros asuntos políticos de interés. A continuación se procedió a un intercambio oficial de regalos: una reproducción en metal del león veneciano y una placa del Consejo Comunal de Venecia, obsequios de la Ciudad adriática a la Comunión Tradicionalista, y una placa de la CTC para el Ayuntamiento de Venecia, que rezaba así: “La Comunione Tradizionalista Carlista alla città di Venezia, in segno di gratitudine per l’accoglienza di Don Carlos VII, Duca di Madrid, Re legittimo di Spagna, durante il suo esilio tra il 1881 e 1909. Venezia, 18 di Luglio 2009, nel Centenario della morte di D. Carlos VII de Borbón”. D. Renato Boraso, al que se obsequió con la guía editada por la CTC con motivo de este viaje, se mostró muy interesado en la historia de D. Carlos VII durante su exilio veneciano, acordando con la delegación carlista para el futuro actos conmemorativos del centenario, y tras las fotos de rigor, se despidió calurosamente de la expedición.
A continuación, traslado al Palacio de Loredán, donde vivió Carlos VII durante tantos años, siempre abierto a los españoles de todo signo político que acudían a rendirle homenaje constantemente, y escenario también de visitas de famosos personajes de la época. Multitud de fotos de los carlistas españoles ante el Palacio Loredán, que despertaron cierto interés entre lugareños y turistas, debido a la profusión de boinas rojas, a pesar de haberse tenido que posponer la visita al interior de tan significado lugar por un imprevisto de última hora ajeno a la organización. En el Cuaderno del Centenario de D. Carlos VII elaborado a todo color por la CTC y de venta ya en el Bazar Carlista, podrán los interesados ver la antigua disposición y el estado de las cámaras en la época en que vivió Carlos VII. Al lado del Palacio Loredán se levanta la iglesia de Santa María del Rosario, a la que Carlos VII acudía a escuchar Misa, ante la cual, por estar impedido el acceso debido a unas obras, los carlistas rezaron un responso y entonaron el Oriamendi, ante la mirada sorprendida de los turistas. El viernes por la tarde, la expedición se dividió en dos, pudiendo ver algunos carlistas el Palacio Rezzonico, donde vivió Carlos V durante algunos meses antes de su estancia triestina hasta que le sorprendió la Revolución de 1848 y desplazándose otros hasta el Lido, adonde acudía Carlos VII prácticamente a diario..
Trieste, en el Centenario
El día 18 de julio, el mismo día del Centenario de la muerte de D. Carlos VII, los carlistas se trasladaron a Trieste, adonde llegaron tras dificultoso viaje. Allí el cielo se abrió para bendecir con la lluvia la ofrenda floral que la Presidenta de la Junta de Gobierno de la CTC, D.ª María Cuervo-Arango, depositó ante el panteón de los leales del séquito de D. Carlos V, donde ilustres nombres como Sacanell, Gutiérrez de Terán, Azcoaga, Cardona y otros testimonian la grandeza de una Causa al servicio de la cual no dudaron en ofrendar sus vidas lejos de la Patria, permaneciendo sus ilustres nombres grabados tanto en la piedra como en nuestra memoria. La ofrenda floral fue encargada al efecto por la Comunión Tradicionalista, y consistía en una cruz de Borgoña elaborada con claveles, del mismo tamaño que la base de la cruz que remata el monumento funerario. Un padrenuestro y el canto del Oriamendi culminaron el acto de homenaje, especialmente emotivo por encontrarse la expedición frente a aquellos que mostraron el grado más alto de fidelidad, sabiendo que ni aun después de muertos hallarían descanso sus restos en el suelo patrio. Tras un espacio de tiempo en el que los carlistas se hicieron fotos en diversos grupos ante tan significado lugar, la expedición acudió a la Catedral de San Justo.
Allí, a las 4 de la tarde tuvo lugar la Santa Misa en la Capilla de San Carlos Borromeo, patrón de la Familia Real, en la Catedral de Trieste, el Escorial del Carlismo, donde permanecen enterrados 4 reyes, además de la Princesa de Beira, María Francisca de Braganza y hasta 9 miembros de la Familia Real que mantuvo la bandera de la legitimidad en alto hasta el final. El altar estaba cubierto con un antipendio que ofrendó Carlos VII a la catedral de Trieste, y que mostraba, bordadas, las armas reales, además de cuatro flores de lis y los anagramas de los nombres de Don Carlos y los de su esposa Doña María Berta de Rohán. Sobre la tumba de SMC D. Carlos V, pero especialmente dedicado a Carlos VII (cuya lápida se encuentra en una pared de la capilla), se depositó una corona de rosas con los colores nacionales y una banda con la leyenda: “A D. Carlos VII, Rey Legítimo de las Españas, tus leales no te olvidan. 18 de julio de 2009”. Especialmente presente tuvo el pueblo carlista congregado allí a la dinastía carlista y su deber de abanderar la Causa de la Tradición, a D. Carlos VII y a los carlistas que no pudieron estar presentes en ocasión tan señalada por diversas circunstancias. Es de resaltar que desde hace varios años, y gracias a la Fundación Ignacio Larramendi, quienes se acercan a la capilla de San Carlos pueden obtener unos folletos explicativos -en tres idiomas: español, italiano e inglés- del profundo significado para la Historia de España, de la capilla y los restos que allí reposan.
Finalizada la Santa Misa, D. Giorgio Carnelos, párroco de la Catedral, invitó a los carlistas a pasar a la sacristía, donde se hallan diversos recuerdos de la Dinastía. A resaltar, varias casullas que D. Carlos VII regaló hace más de cien años, y en las cuales figuran su firma autógrafa, sus símbolos y los de su esposa, D.ª María Berta, las lises y el escudo de la Monarquía Hispánica. Una de ellas, de color blanco, fue confeccionada con el manto de boda de Doña Berta. Se hallan en perfecto estado de conservación, siendo valorada su exhibición como un tesoro por parte de los carlistas presentes.
Finalizada la visita y la las puertas del templo, el canto del Oriamendi, al que se unió D. Giorgio Carnelos, y un emotivo y hermoso poema leído por D. Luis Hernando de Larramendi, terminó con los actos en la Catedral.
Aún pudieron los carlistas desplazarse hasta el Palacio del Lazzaretto Vecchio, propiedad de la Duquesa de Berry y Corte de Carlos V, donde vivió con sus leales hasta el final de sus días. Allí, los presentes pudieron contemplar y fotografiarse ante el aún magnífico lugar, de corte neoclásico y recientemente restaurado, antaño con vistas diáfanas al Mar Adriático, confidente mudo de los avatares de una Causa que aún hoy permanece viva y aguardando el momento en que la Justicia le devuelva a su lugar de honor. ¡Viva España!