Repiten la desamortización
23 de marzo de 2011. Al filo del cambio de régimen, cuando España comenzaba su nueva etapa democrática, conversaba con un compañero de afanes carlistas.
– De nuevo tenemos a los liberales en el poder. Esta vez no podrán “sacar tajada” como hicieron antes con la Desamortización.
-¡Ya encontrarán algo dónde meter la mano!- me contestó el amigo.
Pues sí; lo han encontrado: las Cajas de Ahorro.
En su fundación se crearon para fomentar el ahorro entre las clases modestas. Destinaban los beneficios a obras sociales. Eran algo del pueblo. Algo que ha perdido el pueblo con su conversión en bancos. Algo que ha ido a manos particulares. Como los bienes desamortizados.
Siempre nos hemos referido a la Desamortización como el “inmenso latrocinio”. Ese fue el principio. Porque el latrocinio ha continuado. El sistema liberal es un constante latrocinio.
Nos cobran impuestos que no hemos votado. Ellos mismos se fijan los desmesurados sueldos que cobran. Se atribuyen unas jubilaciones ventajosísimas. Y todo a costa del pueblo. Ya lo dijo el carlista Don Pablo Zamarripa en vascuence hace casi un siglo. Preguntaba uno “polítika zer dan?” (¿qué es la política?) y otro le contestaba “erriaren lepotik polito jatea” (comer bonitamente a costa del pueblo)
Esquilman a la sociedad. Pero la sociedad sigue trabajando y generando riqueza y, en medio del permanente expolio a que es sometida, crea instituciones ricas, como las cajas de ahorro. Entonces vienen los políticos democráticos y las “desamortizan”. Como ya hicieron sus antepasados en el siglo XIX.
Carlos Ibáñez Quintana.