Cine Fórum Carlista
jueves 31 de enero del 2013
Cine Fórum Carlista
El pasado 15 de diciembre de 2012, se proyectó la película de Viggo Mortensen “Good” (2007), película perfecta para analizar en profundidad el tema del mal menor y las trágicas consecuencias a las que pueden llevar las aparentemente pequeñas transigencias en el bien. Situada en la Alemania de la llegada y ascenso de Hitler al poder, el papel principal lo desempeña un “buen hombre”, profesor universitario y ajeno al partido nazi que, sin embargo, es adulado por las ideas que refleja en una de sus novelas, alcanzando notable autoridad y prestigio entre el aparato nacionalsocialista. La trayectoria del personaje principal sirvió para llevar a la conclusión de la importancia de asumir las consecuencias de las propias ideas, así como una llamada a la coherencia o unidad de vida entre lo que pensamos y cómo actuamos públicamente. Las vicisitudes de los personajes de la película y el proceso político, convenientemente analizados, nos sirvieron de revulsivo para no cejar en nuestro empeño que, como tradicionalistas, hemos de mantener recordando una y otra vez los principios tradicionales de la organización política española, su necesario arraigo en Dios pero también arrojando luz sobre los acontecimientos cotidianos en los que, mientras muchos se empeñan en los mismos principios se alarman por los desastres de dichos principios. Nosotros recordamos, una vez más, que la actitud de muchos ante las crisis económica y moral actuales no es sino establecer “tronos a las premisas y cadalsos a las consecuencias”. Incongruencias, vaya.
El sábado 19 de enero tuvo lugar en el Círculo de C/ Zurbano, 71 de Madrid la proyección de la película “Cristiada” (2012), en el marco de una serie de cinefórums cuyo principal destinatario (pero no único) son las Juventudes Carlistas. El largometraje del mexicano Eduardo Verástegui fue el pretexto para poder analizar una guerra (México, 1926-1929) que, para los Carlistas, resulta triplemente interesante, por católicos, por hispánicos y por el claro paralelismo y antecedente con nuestra Cruzada del 36, en la que los requetés dieron sobrado ejemplo de su fe en Dios y la Patria, siempre con ejemplar heroísmo al mismo grito de ¡Viva Cristo Rey! Llamó la atención de los asistentes el poder que tiene sobre los demás el ejemplo de la entrega y la piedad de cada uno, dado que es Dios quien en su misericordia sabe actuar a través de los pequeños actos heroicos en los que decidimos servirle, facilitando conversiones sinceras. El martirio, pues, necesita comenzar por otro “martirio”, el del día a día y la fidelidad en los pequeños actos que, hechos por Amor, nos santifican, permitiendo que podamos llegar, si Dios nos lo pide, a un martirio como el de José Sánchez del Río, Anacleto González Flores o nuestro Antonio Molle Lazo, que facilitaron conversiones como la de Enrique Gorostieta Velarde. Cristiada permite tratar y comentar, además, el asunto de las leyes inicuas que, bajo apariencia de ley se imponen totalitariamente, como ocurre hoy en día con aberraciones como el divorcio, el aborto o las uniones homosexuales las cuales, so pretexto de una mayor libertad, no hacen sino esclavizar al hombre. Por ello, es interesante recordar la doctrina de la Iglesia sobre la legitimidad del poder, el recurso a la violencia o el papel que hemos de tomar los católicos ante estas agresiones al mismo corazón de la sociedad.
Próximamente tendrá lugar la tercera sesión, en la que se proyectará la película “Enrique V” (1989), dirigida y protagonizada por Kenneth Brannagh y basada en la obra del mismo nombre de William Shakespeare. La película trata de la batalla de Agincourt, en el contexto de la guerra de los cien años que entre los s. XIV y XV enfrentó a los reinos de Francia e Inglaterra. Nos servirá para tratar el tema de la monarquía y los elementos que la integran desde el punto de vista tradicional (monarquía foral, social y representativa).
Sinopsis: Enrique V, el joven rey de Inglaterra desde 1413, no es más que un pelele en manos del clero, que lo convence para que invada Francia y reivindique sus derechos al trono del país vecino. Después de la sangrienta batalla de Agincourt, el rey debe levantar la moral de sus tropas, cada vez más hundida, y, además, debe enfrentarse a sus propias dudas.
¿Quieres ver una secuencia de la película? http://www.youtube.com/watch?v=5X_2WD0RnPo