Nos persiguen porque vamos por el buen camino
Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna – Secretario General de la CTC
Ayer estaba programada en Sevilla, a las 20:00 horas, una misa en sufragio por las almas de los Requetés fallecidos durante la Cruzada (1936-1939), y por el alma de Carlos VII. La Misa se iba a celebrar en la iglesia de San Alberto (Padres Filipenses) sita en la calle Manuel Rojas Marcos de Sevilla.
Sin embargo el diario ultraizquierdista Público editó hace unos días, el jueves 14, una noticia alertando sobre esta misa, que con muy mala fe decía que se celebraba «por Franco». Y este domingo 17, a menos de 36 horas de la celebración de la Santa Misa, la Junta Carlista de Andalucía recibió la llamada del superior de la comunidad de los PP. Filipenses informando de la suspensión de la misa.
Ahora el Diario Público presume de que gracias a ellos, que hicieron pública esta Misa, se «fastidió el plan» (https://www.publico.es/politica/grupo-carlista-ve-obligado-suspender-misa-franquista-18-julio-raiz-noticia-publico.html#md=modulo-portada-fila-de-modulos:2×3;mm=mobile-big).
Pues que sepan todos que a pesar de estas incidencias, el Carlismo no se arruga y a las 20:30 horas de ayer 18 de julio se celebró el acto en recuerdo de Carlos VII y los requetés en el Círculo Carlista Virgen de los Reyes (Calle Aire 5- Sevilla), donde se rezó un responso por el alma de D. Carlos VII y de todos los caídos que dieron su vida por Dios y por España.
En cualquier caso aquí hay varios asuntos graves:
1º La suspensión de una Misa por el eterno descanso de unos católicos (que además empeñaron su vida en defensa de la Iglesia) es una falta muy grave contra la caridad y la piedad para con los fallecidos. Es más, si los requetés hubieran sido tan malos como la izquierda dice, aún sería más necesaria esta misa para implorar por la salvación de sus almas.
2º En segundo lugar, la suspensión de la Santa Misa, pone en evidencia que aún en los tiempos tormentosos que vivimos, muchos piensan que cediendo puede garantizarse un hueco con el sociedad. Cuando la única verdad indiscutible es que si el mal avanza es por la cobardía de los buenos, que o bien guardan silencio o bien ceden y ceden sin darse cuenta que se convierten en víctimas aún más propiciatorias del mal. Y, además, que es lo más triste, esa victimación, producto de la cesión, no tendrá mérito alguno a los ojos de Dios.
3º En tercer lugar, como ya pasó en un acto celebrado hace unos meses en Granada, la llamada alertando a los Filipenses muy probablemente vino de un sector muy cercano a nosotros, y si fuera así, ellos sabrán, si bien su conciencia antes o después les quitará el sueño.